Publicaba El Eco de Valdegovia en su número 51, de enero de 2017, una interesante y sorprendente noticia sobre el servicio de bomberos en Espejo. Nuestro periódico informaba sobre la ampliación del servicio de bomberos a las 24 horas del día. Y digo sorprendente porque los datos que aportaba en relación al coste económico del servicio eran escalofriantes. Resulta que para mantener el servicio son necesarios la presencia de 24 bomberos, 6 equipos con presencia de 3 bomberos y un cabo. Parece que cada bombero tiene un costo bruto anual en salarios de 50.000 € por lo que la dotación de este preciadísimo servicio va a alcanzar la nada despreciable cifra de 1.200.000 € anuales. Supongo, a parte, los gastos corrientes de estructura. Solo para hacernos una idea, basta recordar que en ese mismo número del Eco se informaba que el presupuesto anual, de todo el Ayuntamiento, e incluye inversiones y gasto no corriente, ha sido de 1.800.000 € para 2017. Es decir, que nos vamos a gastar en el famoso servicio, algo parecido a todo el presupuesto municipal. Vamos, que nos toca a cada vecino de Valdegovía a 1.200 € por barba al año. Nos daba para contratar un seguro de incendios, otro de muertos y hasta de salud, enfermedad y de autos.
Que esto es un disparate es evidente, pero también podría ser un disparate evitable. Similar servicio se podría haber mantenido con la mejora del cuerpo de voluntarios de protección civil que hemos tenido en Valdegovía desde hace tiempo. El servicio de los voluntarios de protección civil ha estado basado en personas que viven en Valdegovía, conocen el territorio y pueden sofocar un incendio de forma rápida, como ya lo han hecho en diversas ocasiones. Voluntarios que podrían contar con la coordinación de algún bombero profesional. Modelo de protección civil que es el habitual en Europa.
Sin embargo, hemos relegado ese modelo lógico y ligado al territorio y hemos optado por traernos 24 bomberos que ni viven ni residen en Vadegovía. ¡Y luego decimos que no hay trabajo en valle!
Como contribuyente te preguntas ¿Y esto por qué? Es evidente que hay un lobby sindical y funcionarial que ha secuestrado los servicios públicos para subordinarlos a los intereses de los propios funcionarios. Aquí lo importante es respetar el convenio x o h y asegurarse unos turnos, unos profesionales y unos salarios que a todas luces sobrepasan los que un empleado medio gana en un servicio similar en le sector privado. Ahora se explica por qué se convoca una oposición y se presentan 2.000 aspirantes a bomberos, 15.000 a ertzainas o 30.000 a celadores de hospitales. ¡Muchas vocación por ser policía, bombero, maestro o celador¡ Reivindicamos los servicios públicos pero privatizamos vía condiciones privilegiadas los recursos que pagamos entre todos.
En los años 40-50 nadie quería trabajar como funcionario. El que tenía una mediana formación y disposición por el trabajo hacía carrera en la empresa privada que es donde se exigía un esfuerzo pero donde se ganaba un suelo mejor. Los puestos de funcionarios no eran atractivos por las condiciones económicas. “Más hambre que un maestro de escuela” se decía. Pero hete aquí que con la democracia, llegaron los sindicatos y la negociación colectivos. Sindicatos que campan por su respeto y son realmente fuertes en el mundo público. La técnica es muy sencilla, presiones, huelgas en sectores públicos , secuestro del servicio hasta que el político cede; político que no quiere conflictos y que prefiere ser amiguete de sus funcionarios y que además tira con pólvora del rey. El resultado es que van consolidando mejoras convenio tras convenio hasta pasar de ser un colectivo desfavorecido, años 40-50, a pasar a ser un colecto privilegiado, seguro en su condiciones laborales y mucho mejor retribuido que en la empresa privada.
Pero lo verdaderamente grave de esta situación, es que ese secuestro de los servicios públicos afecta a su calidad. Un ejemplo es la educación. No podemos decir que los recurso destinados en el País Vasco a educación sean pocos. Hay toneladas de dinero para este sector en todos los niveles del sistema educativo, incluido universidad donde el presupuesto por alumno en la UPV, unos 9000 € por alumno y año, duplica el de otras universidades españolas. ¿Y el resultado? El resultado cuando menos mediocre. Prueba de ello es que no se quieren medir y evaluar, o las mediciones las hacen ellos mismos actuando de jueces y parte. Hace poco se publicaron los resultados de informe PISA en educación y fueron lamentables en Euskadi. La reacción de los profesores, sindicatos y el propio Gobierno Vasco fue criticar la metodología de estudio: cero autocritica y cero voluntad de mejora. Nos toman por tontos.
Mientras tanto los ciudadanos, y eso a pesar del concierto económico que privilegia nuestro territorio fiscalmente, seguimos con una presión fiscal terrible y nos pasamos 6 meses al año trabajando para Hacienda. En Álava puedes llegar a pagar un 60% de tus ingresos a lo que sumamos el IVA al 21% , impuesto especiales, tasas, Ibi, contribuciones y todavía tienes que mandar a tu hijo a Irlanda a aprender inglés porque después de 14 años en la escuela han ido incapaces de que alcance un nivel intermedio de inglés –eso es lo que dice el informe PISA-
Mientras tanto, disfrutaremos de 24 bomberos correteando por Valdegovia. Estamos encantados.
por 1 06/10/2020
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