Parecía que nunca iba a llegar pero, lo cierto y verdad, es que gran parte de Valdegovía dispondrá de regadío este verano tras completarse las obras de la red de distribución del mismo.
El regadío se concibió como una de las actuaciones del Plan Hidrológico Nacional y tras idas y venidas, retrasos y dudas, se va haciendo realidad.
Los números de esta obra son impactantes: una inversión de 40 millones de euros para regar unas 2000 hectáreas. Con esta inversión, en el año 2017, podremos regar todo el valle del Omecillo desde Bóveda hasta Bachicabo. En el año 2018 se extenderá a la zona de Villamaderne y Salinas y concluirán en 2019 regando Osma y Fresneda. Se podrá regar el 50 - 60% de la superficie cultivable de la zona; algunas partes han podido quedar excluidas por falta de interés de los propietarios o por propia imposibilidad técnica.
Ésta es, al menos, la previsión que parece se cumplirá a la luz de la actividad de excavaciones y máquinas que estamos viendo en todo el Valle y que está permitiendo dotar de hidrantes a todos los terrenos acogidos al proyecto. Significa que, este verano, todos los agricultores podrán hacer uso del servicio de una forma fácil y sencilla.
Parece que las ventajas de contar con el regadío son evidentes. Permite disponer de suministro de agua durante todo el verano y poder regar a precios razonables nuevos cultivos demandantes de agua, como base para contar con una agricultura más competitiva. Una segunda ventaja supone que, al prohibirse regar directamente desde el río, se mantendrá el caudal ecológico estable, especialmente en los meses de verano, y con ello garantizar un mínimo de fauna y flora .
Algunas desventajas también se pueden apreciar. Quizás la más evidente es la construcción de las balsas en la zona de Valluerca - Bóveda que siempre tiene un impacto medioambiental negativo. Pero hay otras dudas; la llegada del regadío se ha demorando tanto, que el número de agricultores jóvenes con capacidad de aprovechar las nuevas posibilidades que ofrece son reducidos. Posiblemente, habría tenido más sentido que el regadío hubiera llegado hace 20 años.
Los números de la inversión impactan. 40 millones de euros es una cantidad enorme, si consideramos el tipo de agricultura y número de agricultores afectados. ¡Supone invertir 20.000 € por hectárea! Más que el propio valor de los terrenos. Muchos, quizás desconozcan el dato de que las administraciones públicas han aportado el 90% de esa financiación, mientras que los propietarios de los terrenos lo han hecho en un 10%. ¿Se justifica una inversión de este tamaño? ¿Se justifica que la inversión pública beneficie a un sector tan pequeño de la sociedad?
Personalmente creo que la respuesta a estas preguntas las tendremos que dar en unos años. Si el regadío sirve para mejorar la productividad de las explotaciones agrícolas, diversificar la producción e incorporar nuevos y más agricultores al sector, entonces podremos decir que el regadío ha contribuido al desarrollo rural de Valdegovía. Si por el contrario, sólo es aprovechado por los agricultores actuales sobre la misma base de los cultivos actuales, será difícil justificar una inversión tan considerable.
Por tanto, en los próximos 4 ó 5 años el sector agrícola tendrá que hacer un esfuerzo de innovación y de cambio para aprovechar este potencial. Y ese esfuerzo debería ser liderado por el propio sector, especialmente a través de cooperativas agrícolas con capacidad de inversión y de generar proyectos que además de producir transformen y puedan construir una industria agroalimentaria competitiva con capacidad de generar puestos de trabajo en nuestro territorio.
Al mismo tiempo, el regadío puede ser una oportunidad para pequeños proyectos de agricultura intensiva, basados en pequeñas explotaciones agrícolas con producciones alternativas de comercialización directa. Sería importante movilizar tierras de cultivo y crear bancos de tierra a disposición de nuevos microproyectos agrícolas.
Si al final, esas 2000 hectáreas son explotadas por 10 agricultores con sus grandes tractores a base de cereal y algo de patata, la inversión y el esfuerzo realizados por todos, habrá quedado en saco roto.
Pero seamos optimistas… y pensemos que esta nueva oportunidad se traducirá en más y mejor desarrollo.
por carmen 13/06/2017
© 2009 ADEV · Arquitecto Jesús Guinea 46 · 01426 Villanueva de Valdegovía (Álava)